El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas publicó el pasado martes 26 de enero un informe sobre la práctica de las detenciones secretas en el mundo tras el 11 de septiembre de 2001. El informe de 222 páginas está elaborado conjuntamente por el Relator Especial para la protección de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo, el Relator Especial contra la tortura, el Grupo de Trabajo contra las Detenciones Arbitrarias y el Grupo de Trabajo contra las Desapariciones Forzadas o Involuntarias. En el documento, que precisa el concepto de "detención secreta" *y deja clara su ilegalidad a la luz del derecho internacional, se advierte que el trabajo no es exhaustivo. La mayor dificultad ha consistido, lógicamente, en el acceso a las fuentes primarias: enumera 66 Estados, de los que 44 respondieron en una encuesta lo que les convenía, y sólo se detalla una treintena de entrevistas a personas que fueron víctimas de detenciones secretas (además de tortura).
Un aspecto interesante es el resumen que hace de los antecedentes históricos en la era contemporánea. El precedente con el que empieza es el decreto del Nacht und Nebel (noche y niebla)
de la Alemania nazi (7 de diciembre de 1941), en virtud del cual los sospechosos de pertenecer a la resistencia en los países ocupados podían ser secuestrados durante la noche y trasladados en secreto a centros de detención en Alemania sin dejar rastro. Menciona el Plan Cóndor y guerras sucias como la de El Salvador o Perú, inspiradas en la estrategias de contrainsurgencia francesas de los años 50 y en las enseñanzas de la estadounidense Escuela de las Américas. También habla, aunque brevemente, de los precedentes de Argelia, Marruecos, Sudán, Nepal, Sri Lanka, Filipinas, etc. En la era post 11-S, el informe se centra sobre todo en la ya conocida red de detenciones secretas organizada por la CIA en colaboración con los gobiernos europeos y la subcontratación de la tortura en países como Marruecos, Pakistán, o Etiopía. Se trata del mayor operativo transfronterizo conocido desde la operación Cóndor. También cuestiona el alcance de las medidas adoptadas por la Administración Obama en este ámbito (nada se sabe de la suerte de los detenidos en los "sitios negros" de la CIA, cuyo cierre por orden ejecutiva no afectaría a determinadas instalaciones, como la base afgana de Bagram). Después pasa a describir casos recientes de los que se ha tenido constancia en los países asiáticos (incluyendo Asia Central), del Norte de África, Oriente Próximo (incluyendo a Israel) o el África Subsahariana. En Europa, sólo mencionan a Rusia. Cabe destacar la práctica generalizada de las detenciones ilegales y la tortura en India, la mayor democracia (representativa) del mundo. Me han llamado la atención algunas omisiones importantes. En Latinoamérica no mencionan a Colombia, por ejemplo. Y en Europa, se olvidan de España. En el relato histórico clama por su ausencia el largo período franquista (cuyas detenciones y desapariciones constituyen un delito continuado que teóricamente obliga a su investigación); tampoco hace referencia al precedente del GAL (secuestro de Segundo Marey); y finalmente tampoco se nombra a España entre los países cómplices en los vuelos de la CIA. Buen trabajo de relaciones públicas. De ahí que el gobierno español se permita declarar lo siguiente sin sonrojarse:
No hay implicación alguna o colaboración en la detención secreta en el territorio de otro Estado.
No hay más comentarios acerca de la efectividad de la detención secreta o de otras medidas antiterroristas, ya que España no tiene experiencias pasadas en detenciones secretas. La detención secreta es incompatible con la legislación española."
Por lo demás, el informe menciona el Convenio de Shanghai para combatir el terrorismo, el separatismo y el extremismo que China, Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, y Uzbekistán firmaron el 15 de junio de 2001 (tanto el año como el nombre del convenio resultan muy significativos), pero no investiga lo que puede constituir el otro gran sistema de cooperación transfronteriza entre servicios secretos de nuestros días. En virtud de dicho convenio se ha creado una estructura regional que ha permitido la realización de transferencias informales o irregulares sobre las que se tiene muy poca información. El informe del Consejo de Derechos Humanos es ilustrativo, pero incompleto, y tampoco cuestiona la premisa mayor de la "lucha contra el terrorismo". Esto sólo lo podrá hacer la presión de los movimientos sociales y las organizaciones políticas. -----------------------------------------------------------* "una persona es mantenida en detención secreta si agentes del Estado, actuando de manera oficial, o personas que actúan bajo las órdenes de las mismas, con la autorización, consentimiento, apoyo o aquiescencia del Estado, o en cualquier otra situación en la que la acción u omisión de la persona que detiene es atribuible al Estado y priva a otras personas de su libertad; en la que a la persona detenida no se le permite ningún contacto con el mundo exterior ("detención incomunicada"); y cuando el agente u otra autoridad competente niega, rechaza confirmar o negar, u oculta el hecho de que a una persona se le priva de su libertad, está escondida del mundo exterior, incluyendo, por ejemplo, familia, abogados independientes, u organizaciones no gubernamentales, o rechaza proporcionar, o disimula activamente, información acerca del destino o paradero del detenido.¨
Sabemos que el sufrimiento forma parte de la naturaleza humana,como también sabemos que existen métodos que pueden disminuir o anular dicho sufrimiento.-Esta página, nace para intentar dar respuestas, enseñando que existen otros "caminos", que pueden ayudar a resolver los conflictos diarios, con el menor daño posible hacia la Naturaleza (Divina y Humana).
martes, 2 de febrero de 2010
miércoles, 13 de enero de 2010
El premio nobel de la verguenza
Durante el mes pasado Estados Unidos llevó a cabo mortales ataques militares en Yemen: bombardeos aéreos en el norte y ataques con misiles crucero en el sur de la nación. Se ha acusado a Washington de matar a gran cantidad de civiles en estos ataques en ambas partes del país que se llevaron a cabo antes del incidente del 25 de diciembre en Northwest Airlines utilizado para justificar ex post facto estas acciones anteriores de Estados Unidos. Y de forma preocupante el incidente se ha explotado para hacer retumbar un sonido constante de tambores de guerra pidiendo que se expanda la intervención militar y sea aún más directa.
El programa militar y de seguridad del Pentágono para Yemen revelado públicamente aumentó desde 4,6 millones de dólares en 2006 a 67 millones el año pasado. "Esta cifra no incluye la ayuda encubierta y confidencial que ha proporcionado Estados Unidos" .
Además, "según un nuevo acuerdo de cooperación confidencial, Estados Unidos podría hacer volar misiles crucero, aviones de combate o aviones armados drone no tripulados contra objetivos en el país, pero permanecería callado públicamente acerca de su papel en los ataques aéreos".
El día 1 de enero el general David Petraeus, jefe del Comando Central del Pentágono, que se ocupa tanto de las guerras de Afganistán e Iraq como de las operaciones en Yemen y Pakistán, se encontraba en la capital iraquí, Bagdad, y habló de profundizar la implicación militar en Yemen: "El año pasado tuvimos, es bien conocido, unos 70 millones de dólares en ayuda de seguridad. El próximo año esta ayuda será más que duplicada" .
Al día siguiente Petraeus estaba en la capital de Yemen donde se reunió con el residente del país, Ali Abdullah Saleh, para discutir "el continuo apoyo estadounidense para extirpar las células terroristas" .
El asesor de antiterrorismo de la Casa Blanca (ayudante del presidente para la seguridad nacional y antiterrorismo) John Brennan informó al presidente Barack Obama sobre la visita de Petraeus al nuevo escenario de la guerra de Washington y después declaró: "Hemos convertido a Yemen en una prioridad para el curso de este año y esto es lo último en este esfuerzo" .
Estados Unidos y los gobiernos occidentales han identificado las supuestas células terroristas en cuestión como células afiliadas a al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP, en sus siglas en inglés). Sin embargo, el 4 de enero CNN informó de que "un alto cargo estadounidense citó una rebelión de las tribus huti en el norte y actividad secesionista en las áreas tribales del sur" como elementos que preocupaban a Washington.
El programa militar y de seguridad del Pentágono para Yemen revelado públicamente aumentó desde 4,6 millones de dólares en 2006 a 67 millones el año pasado. "Esta cifra no incluye la ayuda encubierta y confidencial que ha proporcionado Estados Unidos" .
Además, "según un nuevo acuerdo de cooperación confidencial, Estados Unidos podría hacer volar misiles crucero, aviones de combate o aviones armados drone no tripulados contra objetivos en el país, pero permanecería callado públicamente acerca de su papel en los ataques aéreos".
El día 1 de enero el general David Petraeus, jefe del Comando Central del Pentágono, que se ocupa tanto de las guerras de Afganistán e Iraq como de las operaciones en Yemen y Pakistán, se encontraba en la capital iraquí, Bagdad, y habló de profundizar la implicación militar en Yemen: "El año pasado tuvimos, es bien conocido, unos 70 millones de dólares en ayuda de seguridad. El próximo año esta ayuda será más que duplicada" .
Al día siguiente Petraeus estaba en la capital de Yemen donde se reunió con el residente del país, Ali Abdullah Saleh, para discutir "el continuo apoyo estadounidense para extirpar las células terroristas" .
El asesor de antiterrorismo de la Casa Blanca (ayudante del presidente para la seguridad nacional y antiterrorismo) John Brennan informó al presidente Barack Obama sobre la visita de Petraeus al nuevo escenario de la guerra de Washington y después declaró: "Hemos convertido a Yemen en una prioridad para el curso de este año y esto es lo último en este esfuerzo" .
Estados Unidos y los gobiernos occidentales han identificado las supuestas células terroristas en cuestión como células afiliadas a al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP, en sus siglas en inglés). Sin embargo, el 4 de enero CNN informó de que "un alto cargo estadounidense citó una rebelión de las tribus huti en el norte y actividad secesionista en las áreas tribales del sur" como elementos que preocupaban a Washington.
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